Encontré un par de concursos y me metí en ellos de cabeza durante mi tiempo libre... y la verdad es que la respuesta no pudo ser más positiva. A pesar de perder el que yo consideraba más acertado, este llamó la atención de algunos diseñadores y hasta de alguna marca... y eso cuando la autoestima está por los suelos es todo un premio de por sí.
El segundo, una pieza de animación para Samsung se llevó un tercer premio que aparte de suponerme un sobresueldo suculento, me reportó más felicitaciones contactos con otros colegas y un subidón final de autoestima que me volvió a colocar en rumbo a mi profesión...
Aquí os dejo el video en cuestión... el otro dormirá el sueño de los justo por si en un futuro lo podemos rescatar.
A partir de allí hemos empezado a rodar de nuevo, una portada de disco, el diseño y grafismo de una película documental, proyectos de rtve, una web de arquitectura y mucha gente nueva que aporta ideas nuevas...
A veces uno necesita un pequeño empujón desde fuera para seguir rindiendo dentro de su trabajo habitual. Hay veces en que uno llega a un punto donde se queda desubicado y sin saber exactamente qué rumbo seguir. Son momentos donde la inseguridad, o el hastío, los problemas personales, los laborales, la falta de valoración por parte de tus superiores o por ti mismo terminan por ganarte la baza y casi la partida... cuesta mucho trabajo entonces volver a tomar el rumbo laboral, más en la época actual donde todo parece negativo... Pues bien, hace un par de meses estaba en ese peligroso filo.
Los motivos fueron muchos de los contados. El resultado una inseguridad y falta de motivación como no había sentido en tiempo. Sin demasiado ánimo ni reto en mi trabajo decidí animarme y buscar motivación fuera... hice lo que siempre hago en estos casos, buscar proyectos y tareas fuera, gratuitos y que no interfieran con mi labor dentro de la cadena.
La gracia estaba en que tuviese ese aire casero... aunque yo personalmente odio escuchar mi ingles doméstico y el sonido de mi voz... en fin.